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Walmart en Texas, refugio de niños migrantes

Cuando la administración de Trump comenzó a separar familias, los adultos se fueron a prisión y los menores quedaron bajo custodia federal

Escrito en MUNDO el

Casa Padre, es como se le conoce a un viejo almacén en Texas, Estados Unidos, que alberga cerca de mil 400 niños migrantes que han sido separados de sus familias en la frontera, como parte de las nuevas medidas del presidente estadounidense, Donald Trump.

El lugar está equipado con pequeñas aulas de clase, cuartos sin puerta y espacios para exámenes médicos.

Southwest Key, es la organización encargada de Casa Padre bajo un contrato federal, y el refugio ha crecido debido a las oleadas de jóvenes centroamericanos que buscan resguardo en el norte.

El fundador y director de la ONG, Juan Sánchez, expuso que se da albergue a cerca de 5 mil 129 niños migrantes en tres estados dentro de instalaciones que extralimitan su capacidad.

La organización refugia a la mitad de los 11 mil 1209 niños que se encuentran bajo custodia federal.

Cuenta con 26 propiedades similares y todos operan a su máxima capacidad desde que se endurecieron las medidas migratorias de Trump.

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El objetivo de la organización es lograr que los niños se reúnan con sus familias, pues los pequeños deben lidiar con el trauma de ser separados de sus padres a la fuerza.

Asimismo, explicó que el gobierno federal envía diariamente a Casa Padre una lista de los menores detenidos en la frontera para que ingresen en el refugio, explicó Jaime García, director del programa de Southwest Key.

Los menores llegan en camionetas blancas, seis a la vez. Se les ofrece alimento y ropa, después deben pasar hasta 72 horas en "aspiración" mientras son vacunados y controlados por enfermedades de transmisión sexual y tuberculosis, entre otras.

Una vez aprobados por los médicos, se unen a los demás niños en el refugio. Ahí permanecen durante un promedio de 49 días. Este miércoles, Casa Padre recibió a mil 469 menores.

 “A veces se pierde una batalla, pero siempre encontrarás una nueva forma de ganar la guerra” es una cita que se lee en un mural del presidente Trump en una de las paredes.

Las habitaciones no tienen puertas, ni ventanas y hay cinco camas en cada una. En la cafetería, los niños deben hacer fila y tienen indicaciones de hablar en voz baja, alzar la mano antes de levantarse y no compartir los alimentos.

Los niños van a clase, unos por la mañana y otros por la tarde. También hacen actividades físicas y tienen una hora de tiempo libre, que aprovechan para jugar futbol y yienen permitido hacer llamadas dos veces por semana.

Con la administración de Trump, comenzaron a separarse familias, los adultos se fueron a prisión y los menores a refugios. Aumentó en más de 20 por ciento la cantidad de niños en custodia federal entre mayo y abril del presente año, tiempo en el que Casa Padre duplicó su población.

Este miércoles, se le permitió a un grupo de periodistas estadounidenses recorrer Casa Padre, ubicada en Brownsville, Texas.

cbl