La mañana de este viernes 30 de noviembre se firmó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) casi 26 años después de que iniciara el antecesor de este acuerdo: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Ambos hechos históricos para el continente reflejan un enorme contraste, la firma en diciembre de 1992 reflejó un ambiente ligero, incluso alegre en momentos; mientras que la de hoy se percibió sombrío, hasta obligado.
En el marco del G-20, celebrado en Argentina, Enrique Peña Nieto, presidente de México; Donald Trump, mandatario estadunidense; y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, protagonizaron la culminación del acuerdo.
Los mandatarios firmaron el T-MEC, mientras atrás de ellos los observaban el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer; el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
Luego, Trump presumió la firma a los medios presentes, hecho al que se sumó Peña Nieto, quien intentó invitar a Trudeau a que hiciera lo mismo pero esto lo ignoró, hecho que al parecer hizo molestar al presidente mexicano.
El único sonriente en la escena fue el presidente estadunidense, razón principal de que se tuviera que renegociar este acuerdo comercial.
El escenario sobrio que marcó la firma del T-MEC refleja las tensiones tras casi dos años de negociaciones, donde cada uno de los gobierno, en algún momento de la trato amenazaron con abandonar el acuerdo.
Estas amenazas fueron constantes por el gobierno de Donald Trump, México las utilizó alguna vez también y Canadá lo hizo al final de las negociaciones, hecho que incluso provocó que se hablará de un acuerdo bilateral únicamente entre los gobierno mexicano y estadunidense.
Hace 25 años y 11 meses, quienes firmaron el acuerdo, además de los presidente Carlos Salinas de Gortari, George W. Bush y Brian Mulroney, fueron los negociadores: Jaime Serra Puche, de México; Carla Hills, de Estados Unidos, y Michael Wilson, de Canadá.
En la famosa imagen de la firma del TLCAN, los seis representantes de los tres gobiernos se muestran felices, algunos de ellos incluso lanzan carcajadas.
El contraste del T-MEC y del TLCAN es evidente tan solo mirando las fotos.
