Los doce jóvenes tailandeses y su entrenador fueron rescatados luego de estar atrapados en una cueva durante dos largas semanas y, aunque se encuentran “bien de salud”, existen varios cuidados especiales a los que serán sometidos.
Al salir de la cueva lo primero que pidieron para comer fue pan y chocolate, ante la limitada cantidad de agua y comida con la que sobrevivieron.
Sin embargo, hasta que se recuperen, no podrán comer los platos típicos y picantes de Tailandia, únicamente alimentos blandos, de fácil digestión, esto debido a que tienen el estómago delicado.
De acuerdo con las autoridades de Tailandia, los trece atrapados se encuentran con un sistema inmunológico muy debilitado, por lo que serán sometidos a cuarentena, pues temen que el contacto con otras personas pueda contagiarlos de alguna enfermedad.
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Incluso, hasta sus padres no han podido verlos más allá que a través de un cristal del hospital.
Dos de los rescatados toman antibióticos porque presentan síntomas de neumonías luego de las dos semanas en la humedad de la cueva.
Por las semanas en la oscuridad, los rescatados tendrán que utilizar lentes de sol hasta que sus ojos se acostumbren progresivamente a la luz del día.
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Los problemas oculares y pulmonares son los más comunes en los casos de sobrevivientes rescatados después de un largo periodo bajo tierra.
Además, todos fueron vacunados contra el tétanos y la rabia, sin mencionar que fueron sometidos a las pruebas radiológicas y sanguíneas que serán analizadas en los siguientes días.
La salud mental es una de las principales preocupaciones de los doctores tailandeses y pese a que todos se encuentran de buena salud mental, es posible que tanto a corto como a largo plazo aparezcan problemas de esta índole.
Se prevé que en un principio sean llorosos y más apegados a sus padres, sin embargo, pueden experimentar problemas mentales como depresión, ansiedad y desorden postraumático.
Con información de la BBC y El País