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Caro y sin ayudar a los más pobres: advierten expertos por programas sociales

Los apoyos sociales no son nuevos, la diferencia ahora es que se otorgan por transferencias monetarias y directas

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Escrito en NACIÓN el

Los programas sociales son un emblema del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se propuso combatir la pobreza y la corrupción a través de la entrega directa de apoyos; sin embargo, especialistas señalaron que se invierte más en estos programas, en detrimento de otras áreas, como infraestructura, salud y educación, además de que los principales beneficiarios no son las personas más pobres.

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En 2019, con base en el Plan Nacional de Desarrollo, el gobierno estableció 30 proyectos y programas prioritarios para reactivar la economía y beneficiar a la población más vulnerable.

El listado incluye 20 programas, como la pensión universal para adultos mayores, pensión para personas con discapacidad, apoyo a hijos de madres trabajadoras, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, Tandas para el bienestar y becas desde nivel básico hasta el superior.

Entre los 10 proyectos prioritarios se encuentra la construcción de la Refinería de dos Bocas, el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, Internet para todos, el rescate del lago de Texcoco y el Plan Nacional de Gas y Petróleo, por mencionar algunos.

De acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el presupuesto destinado en 2022 para estos Programas y Proyectos Prioritarios fue de 1.68 millones de millones de pesos, mientras que el presupuesto restante para otras áreas fue de 1.06 millones de millones de pesos.

A programas sociales en específico se destinan aproximadamente 1 millón de millones de pesos, que representan 1% del Producto Interno Bruto. Esta cifra es superior a la que se otorga para inversión en infraestructura, que es de 700 mil millones de pesos.

APOYOS NO LLEGAN A LOS MÁS POBRES, ALERTA ESPECIALISTA

Alejandra Macías Sánchez, directora ejecutiva del CIEP, señaló que desde que inició la administración hubo críticas y dudas sobre el cambio en la política social ya que se trató de hacer programas que pudieran cubrir varios objetivos y en ese sentido el gasto en la política social no está siendo tan eficiente.

Pues ha sucedido que algunos de estos programas si tienen aumentos importantes en su presupuesto empezando por la atención para adultos y definitivamente es el programa social, que más presupuesto tiene, todos los demás son más bajos, también han tenido ajustes o recortes entre 2019 y 2022. Pensemos en Jóvenes Construyendo el Futuro, tenía un presupuesto el primer año bien alto como, de 40 mil millones de pesos y después lo fueron ajustando, igual Sembrando Vida

Rodolfo De la Torre, director de Desarrollo Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, explicó que a pesar de los aumentos destinados a programas sociales, el gobierno sigue sin alcanzar el monto que se destinaba a estos rubros entre 2012 y 2015, durante los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto, cifra que cayó durante los últimos tres años de esa administración.

De la Torre señaló que contrario a lo que ha dicho el gobierno del presidente López Obrador, los recursos siguen sin llegar a las poblaciones más vulnerables y más pobres.

“Está administración ha disminuido los recursos que se dedican a los más pobres, sobre todo al 20% de la población más pobre y ha privilegiado el 20% que está justo arriba de la pobreza, que son estratos de nivel intermedio. Puesto de otra forma, las preferencias de esta administración pues no son hacia los más pobres, sino va más bien a los grupos intermedios y relativamente de mayor ingreso”, indicó el especialista.

“El problema central es que, aun cuando hay más dinero en efectivo circulando en la economía, transferido por el gobierno, no está disminuyendo la desigualdad, sino que la está manteniendo y en muchos casos ampliándola, entonces está manteniendo una sociedad con una economía desigual. Es una ganancia política, pero no precisamente una ganancia basada en el apoyo a los más pobres”, criticó.

PROGRAMAS SOCIALES “DESCOBIJAN” A OTRAS ÁREAS DEL PRESUPUESTO

José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, detalló que la reasignación de presupuesto que se realizó desde finales de 2018 y que se profundizó en los últimos años refleja la directriz del presidente López Obrador de que a través del gasto público se pueden mejorar las condiciones sociales adversas para la mayoría de la población.

Sin embargo, también es evidente que esto ha tenido un costo en términos de los recursos que antes se destinaban a infraestructura, educación, seguridad o a otro tipo de compromisos de la administración pública y que hoy cuentan con menos recursos y que esto ha disminuido la eficacia de la administración pública en diversas áreas de la misma

Coincidió Macías Sánchez, quien señaló que evidentemente si se dan más recursos a estos programas sociales, se tiene que recortar a otras áreas, ya que el espacio fiscal es reducido, lo que da poco margen de maniobra para innovar o cambiar políticas públicas.

Entonces el hecho de que se le esté dando prioridad a estos programas sociales, pues de algún otro lado están tomando esos recursos y, lamentablemente, digamos la partida que se utiliza como ajuste suele ser la inversión pública. Esto tiene implicaciones en crecimiento

“Se da más dinero a las personas, pero con menos efectividad para resolver sus problemas”.

Los apoyos sociales no son nuevos, ya que se han implementado en México desde hace más de 50 años, la diferencia ahora es que se otorgan por transferencias monetarias y directas.

Uno de los cuestionamientos que se hace a los programas sociales es sobre su efectividad a corto, mediano y largo plazo y sobre el beneficio que generan en la calidad de vida de la población que los recibe.

De la Torre señaló que han eliminado programas que habían sido evaluados favorablemente por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), como Prospera, estancias infantiles, escuelas de tiempo completo y programas que apoyaban a las mujeres.

Por el contrario, el director de Desarrollo Social del CEEY criticó que se hayan ampliado programas que no han demostrado su efectividad, como Sembrando Vida, del que no se conoce si está logrando su objetivo de aumentar la reforestación; Jóvenes Construyendo el Futuro, que ha presentado problemas operativos para que tenga incidencia efectiva en el empleo, y las Becas Benito Juárez, que no han logrado contrarrestar los problemas que causan la deserción escolar.

“Se han dedicado más recursos a transferencias monetarias, entonces podemos tener más dinero que se entregue a las personas, pero con menos efectividad para atender sus problemas”, mencionó el experto.


Mientras que De la Cruz Gallego indicó que todavía es prematuro señalar si ha existido una mejora sustancial en la calidad de vida de los beneficiarios de los apoyos, ya que en la primera mitad del sexenio se vivió una crisis por la pandemia de covid, que implicó un aumento en la pobreza y que también causó un deterioro de las condiciones de empleo.

El problema de no conocer los resultados de los programas sociales actuales es que no se puede eficientar los recursos, señaló Macías Sánchez, ya que esto dificulta determinar, por ejemplo, a qué apoyos se debería destinar más dinero.

Esas decisiones tendrían que tomarse con la evidencia de que el dinero se está usando bien y que tenemos retornos positivos en el objetivo que nos estamos planteando”, declaró la directora ejecutiva del CIEP

MANTENER EL GASTO EN PROGRAMAS SOCIALES, UN RETO A LARGO PLAZO

Considerando que los programas sociales absorben gran parte del presupuesto anual, los especialistas alertaron que el reto para las siguientes administraciones será mantenerlos, indicó De la Cruz Gallegos, quien señaló que es evidente la necesidad que tiene el país de aumentar su inversión pública en infraestructura y de destinar más recursos a cuestiones como salud, educación, seguridad pública y desarrollo tecnológico.

El especialista detalló que, desde su perspectiva, en los próximos años el gobierno va a tener que destinar mayores recursos a estos apoyos asistenciales y eso lo va a poner en una disyuntiva de qué tan sostenibles son las cantidades de recursos que se están destinando al desarrollo social.

Macías Sánchez explicó que esto va a ser sostenible mientras tengamos recursos que destinar a los programas sociales, “pero el hecho es que no tenemos estos ingresos y seguimos gastando como si los tuviéramos”.

Para De la Torre, seguir dotando de más recursos a los apoyos sociales es sostenible, pero al mismo tiempo se seguirán deteriorando los servicios de otras áreas.

El costo total para las finanzas públicas se puede mantener a pesar de que las personas reciben servicios de menor calidad en educación y salud, pero en compensación reciben un cheque de mayor monto para hacer los gastos que decidan hacer

“En cuanto a que tenga un impacto en bienestar y sobre todo en mejorar las posibilidades de vida de las personas en el futuro, pues eso es lo cuestionable”, destacó el especialista del CEEY.

 

 

 

 

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