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Mira cómo andas… según la OCDE

El crecimiento económico no ha sido incluyente

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Escrito en OPINIÓN el

En mayo de 1994 México ingresó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE- Era la primera nación en desarrollo admitida y esto era una especie de reconocimiento a las transformaciones de la administración de Carlos Salinas de Gortari. Las principales habían sido la privatización de empresas públicas y abrir espacio a la conducción de la economía nacional por la vía del mercado. En lo externo destacaba la negociación del Tratado de Libre Comercio de la América del Norte y otros similares.

La OCDE no intenta incluir a muchos países. Le interesa cierta afinidad en el nivel de desarrollo, pero aún más importante es la homogeneidad de objetivos e instrumentos de política.

México en la OCDE

Así, México entró al grupo de las mayores economías, las más industrializadas y, sobre todo con baja intervención del estado en la economía y abiertas al libre comercio internacional. Estar en ese club de ricos es comprometerse a ser evaluados y, en alguna medida a instrumentar medidas afines.

La OCDE publicó en mayo pasado el documento “Hacerlo bien” (Getting it right) en el que expone su diagnóstico y prioridades estratégicas para México. En adelante expongo su mensaje fundamental.

La introducción señala que la mayor parte de la población mexicana sigue viviendo en pobreza y vulnerabilidad, con niveles de inequidad sumamente altos tanto en ingresos como en oportunidades. El Estado de derecho es sumamente débil y la mayoría de la población percibe que la corrupción gubernamental es rampante. Por ello no se extraña, dice, que México tenga los niveles de productividad más bajos de la OCDE y un ritmo de crecimiento lento.

En este mensaje se encuentra una indudable adecuación del discurso a la nueva realidad de un planeta en ebullición social, donde ya se percibe el fracaso de una globalización excluyente. El documento habla de un posible retroceso de la globalización. Es en este contexto que los viejos campeones del neoliberalismo ahora muestran una preocupación por lo social.

Recaudación

Lo primero que lanza la OCDE como elemento de diagnóstico es que la recaudación tributaria de México sigue siendo insuficiente respecto de las necesidades de inversión en infraestructura, educación, salud, reducción de la pobreza, apoyo familiar y protección social. Sostiene que es posible elevarla sobre todo porque se encuentra muy por abajo del promedio de captación fiscal de la OCDE y de América Latina.

La inversión gubernamental fue de apenas el 1.8 por ciento del PIB en 2016 y el gasto social se encuentra los más bajos de los países de la OCDE".

Para fomentar el desarrollo y la mejora del bienestar es necesario aumentar la recaudación tributaria. Entre otros consejos la OCDE propone gravar los ingresos de capital que, dice, benefician de manera desproporcionada a los ingresos más altos, así como introducir un impuesto a la herencia.

La reducción de los niveles de confianza de los ciudadanos en el gobierno se acentuó en el último lustro. Ello se origina en la desaceleración económica, los escándalos de corrupción, el deterioro de la seguridad y un entorno mundial difícil para una economía tan abierta como la mexicana.

Urge elevar el nivel de confianza de la población mediante instituciones legales y judiciales fuertes e independientes, el combate a la corrupción y una estrategia de seguridad y justicia coherente".

Empleo y salud

La siguiente vertiente de diagnóstico señala que hay que promover un crecimiento urbano más ordenado y reducir los impactos ambientales y sociales de la distancia entre el lugar de trabajo y de residencia de los trabajadores. Se debe respaldar un desarrollo regional más equilibrado y acorde a una política de inclusión socioeconómica.

El desempeño del mercado laboral no debe juzgarse exclusivamente por el número de empleos disponibles sino, también, por la calidad del empleo. En México el mercado laboral presenta una alta informalidad, empleos formales de baja calidad y mínima seguridad laboral. La participación total de la fuerza laboral en México es la segunda más baja de la OCDE, sólo después de Turquía. El crecimiento económico no ha sido incluyente.

La tasa de mortalidad infantil es la más alta entre los países de la OCDE. Destaca la muy alta mortalidad de los pacientes ya ingresados en hospitales por enfermedades cardiovasculares, accidente cerebrovascular isquémico, e infartos al miocardio. La mayoría de los hospitales no están equipados para tratar estos casos.

Aun cuando el nivel educativo de las mujeres se equipara con el de los hombres, su participación en el mercado laboral es baja. En todos los grupos de edad las madres mexicanas tienen menos probabilidades de conseguir trabajo que en otros países de la OCDE. La tasa de embarazo adolescente es elevada y el porcentaje de mujeres jóvenes que no estudian ni trabajan es casi cuatro veces mayor que el de los varones jóvenes.

Corregir el rumbo

No puedo reproducir todos los elementos de diagnóstico de tan extenso documento. Pero sí puedo afirmar que su franqueza lo hace más valioso que la mayoría de los documentos que emanan de esta administración; incluido el reciente sexto informe presidencial.

Tal vez su publicación en mayo pasado respondió a un intento de advertirle a esta administración moribunda que se requerían cambios de fondo. Haya sido o no esa  intención, es muy atendible por la futura administración. Sobre todo en cuanto al diagnóstico, aunque algunas de sus recetas resulten controvertidas.

El caso es que sea recurriendo a la alopatía, la homeopatía, la medicina china o la herbolaria mexicana, este país necesita aliviar muchos males.

Argentina; la bien portada

@JorgeFaljo | @OpinionLSR | @lasillarota