¿Te has imaginado si quieres seguir viviendo tu sexualidad en tu vejez?¿Alguna vez te has preguntado cómo será tu vida sexual después de los 70 años?  Parece que la sexualidad de las mujeres se ve afectada en la vejez, donde se considera un tabú el tener una vida sexual activa, aún más que en otras etapas de vida.

El deseo y los prejuicios  es una combinación que algunas viven cuando deciden tener una vida sexual activa durante su vejez. Como las cinco mujeres que hablan de su sexualidad en el corto documental (con título explícito y sin tabúes) de Violeta Tapia: “Viejas que hierven”. 

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“Orgasmos múltiples”, “clítoris”, “penetración”, “masturbaciones”, “arriba”, “abajo”, “lubricante”, “calentura” y “coger” son algunas de las palabras que aparecen como una forma revolucionaria de visibilizar que las adultas mayores protagonistas del documental también tienen derecho de continuar su vida sexual sin ningún prejuicio. 

Sin embargo, ellas definen la experiencia de vivir la vejez en una sociedad machista en una frase cruda y contundente: “lo que se hace con la sexualidad de los viejos es una masacre”, dijo Rosa Rodriguez Cantero, poeta y que con su voz relata el hilo conductor del filme.

“Es clave mostrar otros cuerpos que no son lo que vemos siempre” 

Tili en el documental, se ríe de sí misma pero también reconoce la dificultad que tuvo en los últimos años para poder reconocerse como una mujer deseante y deseada. A su vez, su experiencia es un ejemplo de cómo el sexo heterosexual pone el placer de los varones por encima del placer de las mujeres. Su historia revela que el sexo vaginal es más placentero para ellos que para ellasm, pues Tili descubrió que la penetración no era lo que le provocaba los orgasmos. 

“Me exito mucho más a través del clítoris y estando yo arriba. El peso de todo mi torso sobre los genitales masculinos y en ese balanceo que una realiza es como que evidentemente se estimula mucho más el clítoris. O sea que yo disfruto mucho más con eso que con la penetración”, dijo.

Otra de las protagonistas del documental es Norma, militante y primera lesbiana en casarse con otra lesbiana aún antes de aprobada la ley de matrimonio igualitario.

“Yo siempre quise hablar de los temas que me interesaban, y la sexualidad siempre me interesó, pero siendo lesbiana también fue mucho mas difícil. Somos pocas las lesbianas mayores que hablamos de sexualidad públicamente, y en un punto es porque durante mucho tiempo hablamos de nuestra sexualidad con base en mentiras”, compartió Norma.

Las mentiras de las que habla Norma son mitos puestos al servicio de un desmoronamiento del deseo sexual de las viejas y viejos: la flacidez, la sequedad y la hegemonía de la belleza en la juventud. Por ello, es trascendental que las adultas mayores que han participado activamente en el movimiento feminista, ahora reivindiquen el derecho a una sexualidad libre y sin prejuicios en una etapa de vida que parece olvidada, a pesar de que todas y todos, estaremos ahí en algún momento. 

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Rosa Rodriguez Cantero, una de las cinco protagonistas del documental "Viejas que hierven". Fotograma original del documental de Violeta Tapia. 

“¿Por qué las ‘lindas’ son sólo ciertas mujeres?”

La directora de la película, Violeta Tapia, tiene cuarenta años menos que las protagonistas de su documental, es radicalmente de otra época y se interesó por hurgar en un tema tabú: 

“En el cine y en lo audiovisual, la representación de la sexualidad de las viejas y viejos es casi nula, incluso dentro del feminismo, a quienes se apunta para hablar de sexualidad es a la gente joven. También comencé a ver que lo único que había en las películas eran parejas viejas donde todo siempre estaba centralizado en su ‘pureza’ y su ‘dulzura’, pero nunca se les representaba como sujetos deseantes”, expresó.

Darse cuenta de aquellos prejuicios sobre la vejez y la sexualidad es difícil cuando se acostumbra que la sexualidad sólo implica el coito, la sexualización de los cuerpos y el placer androcéntrico (enfocado a los varones). Pues estas ideas preconcebidas son reforzadas nuevamente por el patriarcado, reafirmando los mandatos de género donde las mujeres y los hombres “deben ser” de cierto modo que sea aceptable. 

“Un camino es empezar a hacernos preguntas: ¿Por qué este cuerpo no es ''lindo''? ¿Por qué las lindas son sólo ciertas mujeres? ¿Por qué tenemos que ser todas iguales, jóvenes, con nariz pequeña, con piel de seda, con tetas grandes y levantadas?", explicó Violeta que estudia Artes Audiovisuales en la Universidad Nacional de Argentina. 

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“Me motivó hablar de las viejas. Y de nosotras, que vamos a ser viejas en el futuro. ¿Por qué casi en ningún lado podemos ver y escuchar a mujeres grandes en primera persona hablando sobre sexualidad, deseando, hirviendo? ¿Por qué viene siendo un absoluto tabú? Creo también que la sexualidad es algo completamente intangible, híbrido y subjetivo; que es muy importante y vital para cualquier persona y que tiene relación directa con la vida, con la ternura y la alegría”, compartió.

En su opinión, Tapia expresó que “tal vez algún día cuando tenga 80 años, mire este corto y pueda cobijarme en las palabras de estas mujeres, y ojalá otras mujeres puedan hacerlo también. Que puedan encontrarse en alguna de ellas, que puedan mirarse al espejo y abrazarse, y no sentirse solas más allá de que estén casadas, viudas o solteras. Es clave pensarnos entre todas, a presente y a futuro. Es clave empezar también a mostrar cada vez más otros cuerpos, que no son los que vemos siempre”.

Con información de Euge Murillo en Página 12.