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La historia de un espía de alto nivel asesinado en una carretera de Guanajuato

La muerte de Cuahtémoc Izquierdo, funcionario del Centro Nacional de Inteligencia con más de 20 años de experiencia, pasó casi inadvertida aquella fatídica madrugada. Sus familiares no lo olvidan

Escrito en GUANAJUATO el

“Yo tengo un primo que vivía cerca del mar. Un acento extraño. Cabello de borrego, como le decía mi tío Jorge (su papá) y Loy, por supuesto. Unos dientes tan perfectos que parecía que siempre estaba sonriendo, aunque no fuera así”.

 

Así definía su primo a Cuahutémoc Izquierdo. El funcionario de los servicios de inteligencia que viajaba en un Jetta blanco aquella madrugada junto a Juan José Olvera, delegado del Centro Nacional de Inteligencia (antiguo Cisen) en Guanajuato.

Todo se desató en el kilómetro 86 de la carretera Salamanca-Celaya, a la altura de la comunidad de Valtierrilla. Eran las 5:45 de la madrugada del miércoles 18 de septiembre. Una camioneta con una torreta en la parte superior, según narraron los medios de la zona, les cortó el paso.

De la penumbra salieron tres sicarios con armas largas. Según los reportes, los asaltantes les pidieron que se identificaran. La conversación fue corta. Sonaron varios disparos. Cuahutémoc Izquierdo, un funcionario curtido en mil batallas, fue alcanzado por los balazos.

Izquierdo era un espía de alto nivel con más de 20 años de experiencia en los servicios de inteligencia. Prestó sus servicios a México durante más de dos décadas. Pero su muerte pasó casi inadvertida por el peso de su acompañante. Juan José Olvera es muy conocido en el estado y su cargo de delegado del Centro Nacional de Inteligencia acaparó los reflectores del suceso. 

El Jetta blanco en el que viajaban los funcionarios de inteligencia fue atacado en el kilómetro 86 de la Salamanca-Celaya.

¿Asalto casual o ataque directo a los altos funcionarios de la inteligencia mexicana? Esa era la duda que surgió tras el robo. La camioneta apareció abandonada poco después y, según fuentes cercanas al caso, la muerte de Cuahutémoc Izquierdo fue un golpe de mala suerte. 

El Jetta blanco en el que viajaba con Olvera pasó en el momento equivocado por una carretera que suele ser utilizada por los sicarios para robar vehículos y camionetas que usan luego en sus actos delictivos. 

Sobre las 6:10 de la mañana llegaron a la zona del ataque los servicios de emergencia. Izquierdo ya no presentaba signos vitales. Olvera sobrevivió tras forcejear con uno de los delincuentes y su versión coincide con la línea de investigación de la Fiscalía. 

“Fue un robo, iban por el vehículo”, aseguran fuentes cercanas al caso.

Tras participar en arriesgadas operaciones de espionaje, el funcionario Cuahutémoc Izquierdo murió en un asalto en una oscura carretera de Guanajuato. Estado en el que ya llevaba destinado muchos años y que conocía como la palma de su mano. En ese trayecto quedó segada su carrera profesional y la vida de un hombre hogareño que fuera del mundo del espionaje estaba entregado a su familia. 

Para las estadístcas, Cuahutémoc Izquierdo se convirtió en el funcionario número cien asesinado en el estado. Un héroe anónimo. Un elemento más de los cuerpos de seguridad abatido por las balas del enemigo.

Otra es la realidad de sus familiares, compañeros y amigos. A ellos su muerte sí les dejó un gran vacío. 

"Para nosotros eres el niño de la eterna sonrisa, el gran, hijo, hermano, sobrino, tío del que siempre vamos a estar orgullosos. Vamos a contar esas anécdotas y otras más, que todos quienes te conocimos recordaremos con una sonrisa, aunque no tan perfecta como la tuya", escribió su primo en el mensaje.

Un texto que sirve también para ponerle el punto y final a esta historia de otro héroe sin rostro. De los muchos que se levantan cada mañana con el único objetivo de salvar vidas y sacar a los delincuentes de las calles. Ellos y sus familias son las primeras víctimas de la inseguridad.

"Buen camino, Cuauhtémoc, allá arriba, tu papá, las abuelas y la tías te esperan. Mi querido Pepeco. Serás mi héroe por siempre jamás", le escribió su primo.

Así sea. 

JC