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Hermetismo, desesperación y solidaridad en pediátrico de Tacubaya

El gobierno capitalino no informó nada del estado de los menores Juan Alberto y Víctor Hugo, pese a que el hospital pediátrico pertenece a la CDMX

Escrito en NACIÓN el

El hospital pediátrico de Tacubaya vivió una jornada de hermetismo, muestras externas de desesperación y también de solidaridad.

En dicho hospital están internados Juan Alberto Martínez Sánchez y Víctor Hugo Hernández Pérez, adolescentes de 15 y 16 años, respectivamente, quienes sufrieron quemaduras en gran parte de su cuerpo a causa del estallido del ducto ocurrido en Tlahuelilpan, Hidalgo, el 18 de enero pasado.

El estado de salud de los jóvenes es incierto. Los familiares permanecieron dentro del hospital, en el primer piso, incluso aislados de los demás visitantes. No hubo autoridad que diera un parte médico, como ocurrió un día antes, cuando la jefa de gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum y el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, describieron el estado de Juan Alberto y Víctor Hugo como “grave, pero estable”. 

La situación fue contraria este domingo. Bajo el pretexto de que el Gobierno Federal sería el encargado de dar la información, el gobierno capitalino no informó nada, pese a que el hospital pediátrico de Tacubaya pertenece al sistema de salud local. La información sobre el estado de Juan Alberto Martínez  Sánchez y Víctor Hugo Hernández Pérez no se incluía tampoco en los boletines del IMSS o el ISSSTE. 

En la del estado de Hidalgo ni siquiera aparecían sus nombres y hasta el sábado solo había un paciente registrado, cuyo nombre “David N” no coincidía con el de los jóvenes. Este domingo ya ni siquiera aparecían los pacientes hospitalizados en la Ciudad de México.

Sin embargo, un indicio para conocer la gravedad del estado de los jóvenes fue que al mediodía llegaron dos ambulancias de las mismas del hospital. No bajaron pacientes. Después llegó una más y un paramédico dijo que llegaron con bolsas de sangre y medicamentos para los dos pacientes. Explicó que necesitaban mucha sangre y sumaban ya 20 bolsas este domingo, y ayer también requirieron.

También se dio una muestra de desesperación, afuera del hospital, cuando los tíos de Ever Jesús Reyes Preciado llegaron alrededor de las 15:30 horas para preguntar si ahí estaba el menor de edad de 14 años, desaparecido ese viernes trágico, y quien se encontraba en el lugar de la explosión, acompañado de otro tío. 

La desesperación de Zazil López Cruz, tía de Ever, se ha alimentado con las horas, ya que ya recorrieron el hospital regional y el de Mixquiahuala, en Hidalgo, y este domingo antes de llegar a Tacubaya acudieron al hospital de Magdalena de las Salinas, donde tampoco saben del paradero de Ever.

En Tacubaya solo les recomendaron hablar a Locatel. Amables, Zazil accedió a compartir su historia y su dolor, con la esperanza de que al difundir su caso sepan más pronto qué pasó con Ever, incluso sin ignorar que pudo tener el mismo destino que personas que fallecieron calcinadas. Pero quieren saber qué pasó con su sobrino.

En Tacubaya también se dio una muestra de solidaridad. Una mujer acudió con bolsas llenas de pan y se las ofreció a los familiares de todos los pacientes, no solo los de Hidalgo, que esperaban con zozobra noticias de sus parientes.

Pero ella hizo su gesto de generosidad con el objetivo de atender a los de Hidalgo. “Son mexicanos”, dijo. 

fmma