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El nacimiento, auge y caída de "El Betito"

Varios de los abatidos, así como heridos y detenidos han sido relacionados con las operaciones delictivas de La Unión de "El Betito"

Escrito en METRÓPOLI el

La caída de Felipe de Jesús Pérez Luna, alías “El Ojos”, líder del Cártel de Tláhuac, a manos de la Marina; así como de Francisco Javier Hernández Gómez, alias “Pancho Cayagua”, líder de La Unión Tepito, en menos de tres meses, dejó un vació de poder dentro del narcomenudeo en la Ciudad de México.  

Sin embargo, este vacío fue ocupado por otro líder criminal que mantenía sigilo en sus actividades delictivas.

Se trata, según autoridades tanto federales como capitalinas, de Roberto Mollado Esparza, alias “El Betito”, identificado como un hombre de entre 1.55 y 1.60 centímetros, de complexión robusta y originario de la colonia Guerrero, de la delegación Cuauhtémoc, en el corazón de la capital.

El inicio criminal de "El Betito"

Los primeros rastros de “El Betito” vienen de hace diez años, el 2008, cuando lo detuvieron por asaltar a un comensal en Polanco. No estuvo mucho tiempo entre las rejas, obtuvo su libertad y fue reclutado por La Unión Tepito.

Dicho grupo delictivo comenzó tomando el control de las narcotienditas del Barrio Bravo y por lo tanto del narcomenudeo en el centro y norte de la Ciudad de México.

Posteriormente, diversificó sus actividades delictivas, practicando el secuestro exprés, el robo de inmuebles, la venta de piratería, el tráfico de armas al menudeo y la extorsión telefónica.

Pero el delito rey de La Unión Tepito es la extorsión de comercios, en especial, los bares y los centros nocturnos en zonas como Polanco, Zona Rosa, Condesa, la Roma, la del Valle e Insurgentes.

El rastro de “El Betito” ha sido difícil de seguir para las autoridades, pues, aseguran, el criminal utilizaba varias identidades para confundir el rastro que dejaba.

Se hizo pasar por Roberto Fabián Miranda, uno de sus denunciantes con quien tenía parecido físico, y Juan Antonio Ruiz Maciel, subalternos al que también se parecía.

La disputa interna en La Unión Tepito y el nacimiento de "La U"

A finales del 2015 supuestas diferencias entre “Pancho Cayagua” y “El Betito” provocaron la separación de La Unión Tepito en dos células con cada uno al mando. Lo que a su vez generó una guerra interna por el liderazgo de la organización.

Así fue como nació "La U", liderada por "El Betito", donde juntó, según información de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina, un brazo armado.

Este escuadrón de a muerte lo conformaron Juan Iván Arenas Reyes o Manuel Iván García, “El Pulga”; Eduardo Ramírez Tiburcio, “El Chory”; Yoshua Centeno, “El Japonés”; Irving Herrera y Hugo Ramírez.

El pleito interno dejo varios asesinatos en la Ciudad de México y que a la larga terminó con la captura de “Pancho Cayagua” en agosto de 2016, tiempo que aprovechó “El Betito” para abrirse paso y desplazar al fundador de La Unión Tepito.

La prisión no duró ni medio año para “Pancho Cayagua”, pues fue liberado en febrero del 2017 este año. La batalla interna continuó hasta la muerte del fundador de La Unión Tepito el 11 de octubre del año pasado.

El abatimiento de “Pancho Cayagua” habría sido por una trampa supuestamente orquestada por “El Betito”.

Quedando así, como el máximo capo del narcomenudeo y el crimen organizado en la capital, según las mismas autoridades capitalinas y federales.

El 25 de junio pasado, en Youtube se subió un video titulado “Somos de la ‘U’”, una corrido sobre la organización criminal.

En dicho video se hace énfasis en “El de la B”, en referencia al alias de Roberto Mollado Esparza, lo reforzaría la versión de que “El Betito” sigue estando dentro del cartel del barrio bravo.

La aparición de La Fuerza Anti-Unión

Lo que todo parecía una disputa ganada para “La U” de “El Betito” no lo fue. La organización criminal fue víctima de ataques, incluso a miembros del círculo cercano de Moyado Esparza.

Se trató de “El Gaznate” y de “La Pulga. El primero fue asesinado el pasado 5 de mayo en un estacionamiento del Centro Histórico. Su cuerpo fue encontrado en un automóvil BMW y le confiscaron mariguana, cartuchos y solventes.

El segundo fue ultimado el 9 de junio cuando viajaba a bordo de una camioneta Volkswagen sobre la avenida Insurgentes casi esquina con Geranio y Ricardo Flores Magón, en la colonia Atlampa, en la delegación Cuauhtémoc. “La Pulga” era considerado el segundo al mando de “La U”.

Tanto “El Gaznate” como “La Pulga habían sido detenidos en varias ocasiones, pero siempre eran puestos en libertad.

Los autores de los crímenes dejaron su firma en otros asesinatos cometidos en fechas anteriores.

El 24 de mayo, un hombre identificado como Gerardo González Ortiz fue encontrado muerto “entambado” en Fray Bartolomé y Tenochtitlán, en la colonia Morelos. Junto con el cuerpo, al cual le habían sacado los ojos, se encontraba una cartulina con un mensaje firmado por “Fuerza Anti-Unión“.

Trece días antes, el 11 de mayo, el cuerpo de otra persona fue encontrado con las manos atadas, con signos de tortura y con un mensaje en la espalda, también acreditado a la “Fuerza Anti-Unión“. En esta ocasión, sin embargo, fue encontrado en Valle de Chalco, Estado de México, el hombre fue identificado como Juan Carlos Cárdenas.

El primer caso se dio el 28 de enero cuando en la calle de Granadas, también en la colonia Morelos, fue encontrado el cuerpo de un hombre atacado con arma blanca, huellas de tortura y hasta de arrastre. Sobre su camisa de manga larga color amarilla, en la espalda, fue escrito con plumón negro: “Fuerza Anti-Unión”.

La venganza de “La U” de “El Betito” por estos ataques fe brutal. La madrugada del 17 de junio los restos desmembrados de dos personas fueron esparcidos sobre el Puente de Nonalco en la avenida Insurgentes, en la delegación Cuauhtémoc.

Los descuartizados fueron identificados como Alfonso Delgado Pérez y José Francisco de Jesús Oropeza. Ambos, hombres cercanos a Jorge Flores Conchas “El Tortas” o “Comandante T”, presunto líder y fundador de la “Fuerza Anti-Unión”.

“El Tortas” fue detenido en 2012 acusado de secuestro e ingresado al Reclusorio Oriente donde se encargó de la venta de drogas dentro del penal. Protagonizó también una disputa con narcomenudistas dentro de la cárcel que dejó un saldo de 11 muertos en un año, incluso fuera de los barrotes.

Un cuerpo colgado en un puente de Iztapalapa aparecido el 19 de octubre del 2015, primer caso de su tipo en la capital, fue una de las víctimas por el control de la venta de drogas en el Reclusorio Oriente.

En septiembre de 2017, “El Tortas” fue liberado y continuó su vida criminal, ahora detrás de la “Fuerza Anti-Unión”.

Sin embargo, la disputa de la “Fuerza Anti-Unión” y “La U” de “El Betito” podría ir más allá del narcomenudeo y tildar en lo personal.

A principios de este año, “La U” habría secuestrado al hermano de “El Tortas”, luego de que este se negara a pagar el derecho de piso de su negocio de comida ubicado en la colonia Guerrero. Se levantó una denuncia por los hechos, los padres de la víctima nunca llamaron para exigir un rescate y el joven de 20 años nunca apareció.

Aquella desaparición habría desatado el nacimiento de la “Fuerza Anti-Unión” y su primer crimen realizado tres semanas después del presunto secuestro del hermano de “El Tortas”.

Tras la aparición de los dos descuartizados en Insurgentes, por primera vez, el Gobierno de la Ciudad de México aceptó que cárteles nacionales están detrás de los narcomenudistas que operan en la Ciudad de México.

Sin dar más detalles, sólo se precisó que se trataban de organizaciones criminales con presencia en Jalisco, Guerrero y Morelos. De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), los cárteles que operan en dichos estados son: el CJNG, la Familia Michoacana y los Beltrán Leyva.

La caída de "El Betito"

Durante los últimos meses, autoridades locales y federales comenzaron una búsqueda exhaustiva de “El Betito”, lo que sumado a la guerra comenzada provocó su exilio al sur de la ciudad. Además, se hizo cirugías y bypass gástrico para cambiar su apariencia.

No fue suficiente, pues la noche de este miércoles 8 de agosto, elementos de la Policía Federal detuvieron a Moyado Esparza en un departamento de la colonia El Rincón del Pedregal, en la delegación Tlalpan, al sur de la Ciudad de México.  

Cabe mencionar que, como sucede en el arresto o abatimiento de los líderes del crimen organizado, el llamado “reacomodo” provoca una serie de hechos violentos por el control del cártel, así como por venganzas, por lo que su detención podría propiciar aún más violencia en la capital del país.

rgg