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Duro golpe al Papa Francisco

El Cardenal George Pell fue condenado a seis años de cárcel el mismo día que Jorge Mario Bergoglio cumplía seis años de que fuera nombrado papa. | Fred Álvarez

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Escrito en OPINIÓN el

El Cardenal George Pell que fue condenado a 6 años de cárcel, apelará la sentencia. El otrora poderoso cardenal George Pell de 77 años escuchó tranquilo durante unas horas en silencio la sentencia que le impuso el juez Peter Kidd en la Corte del Condado de Victoria, Australia. Va a cumplir seis años de prisión en una cárcel de alta seguridad, el delito: pederastia; y deberá cumplir tres años y ocho meses de condena antes de pedir la libertad condicional. 

"Hay un nivel adicional de degradación y humillación que cada una de sus víctimas debió sentir al saber que el abuso que sufrieron fue visto por el otro", aseguró el juzgador, que reconoció que Pell "podrá no vivir lo suficiente para ser liberado de la prisión”.

¿No podrá vivir 3 años 8 meses más? ¡Exageró el juez Kidd! Con todo respeto.

Además, al purpurado lo presentaron en el juzgado degradado, culpable de antemano. Lo vimos parado con un bastón en la mano, vestido con camisa negra sin alzacuellos, chamarra beige y sin el anillo que lo distingue como príncipe de la Iglesia -quizá por las normas penitenciarias- además estaba rodeado por tres alguaciles penitenciarios, por si acaso pudiera fugarse.

El Juez Kidd disfrutó la reconstrucción de todo el caso en cadena nacional y al final calificó como crímenes odiosos, atroces, degradantes los abusos sexuales cometidos por el entonces arzobispo contra dos niños del coro de 12 y 13 años -cuyas identidades se han mantenido anónimas- después de una misa celebrada en la catedral de St Patricks en Melbourne en 1996.

Las palabras de Kidd fueron transmitidas por televisión en vivo en Australia durante más de 60 minutos en nombre de la "justicia abierta”, pero, según partidarios del acusado, ello es una confirmación de la campaña mediática contra el ex miembro de la Curia vaticana.

Aquí el video:

Eso sí, -remarcó el juez-, que la condena pesa sobre Pell y no sobre la Iglesia Católica australiana.

¡Usted no es un chivo expiatorio!, le dijo de frente al purpurado y agrego “desde mi punto de vista, su conducta se nutrió de una sorprendente arrogancia”.

Ante ello el cardenal no mostró ninguna emoción durante el tiempo que duró la relación de los hechos; sólo estuvo en silencio y con las manos detrás de la espalda -dice la agencia AP-, mientras el juez leía la sentencia. 

De inmediato y por recomendación de la defensa el cardenal firmó los documentos de la condena antes de dejar la sala acompañado por cuatro alguaciles que lo llevaron a la parte trasera del tribunal.

Fuera de la corte había manifestantes con gritos y pancartas en contra del purpurado, algunos muy duros como donde se muestra una caricatura de Pell con los cuernos del diablo y la frase “Prisioner 666”.

Por otro lado, también había personas que protestaban contra la que, en su opinión, es una "sentencia injusta" y que demostraban su apoyo al cardenal.

¡Australia está dividido!

En un comunicado una de las víctimas de Pell dijo -según la agencia AP-, que el fallo del juez era “meticuloso y considerado”.

Por otro lado, el padre de una de las víctimas de Pell que murió por sobredosis de heroína en 2014, a los 31 años, reconoció la labor del amigo de la infancia de su hijo. “Alabo al joven que dio un paso adelante”, señaló la agencia AP:

El padre de la víctima dijo estar “realmente agradecido porque lo hubiese hecho” y tachó la sentencia de “decepción”. Y ha dicho que espera iniciar una demanda a Pell y la Iglesia Católica por abusos sexuales.

¿Caso cerrado?

¡No! El proceso penal todavía no ha terminado. Los abogados de Pell apelaron la sentencia y se fueron a la apelación contra el fallo del jurado que será analizada ya no por un juez sino por un panel de tres jueces el próximo 5 de junio.

Hay un excelente equipo de abogados que volverá a representar a Pell en el juicio de apelación, pero esta vez será encabezado por Bret Walker, quien contará con la asistencia del conocido abogado Robert Richter.

Se trata de un proceso que podría llevar meses.

La apelación se hará en tres puntos: 

i) la confianza del jurado en la evidencia de una sola víctima:

ii) una irregularidad que impidió que el Cardenal Pell presentase su declaración de no culpabilidad frente al jurado, y 

ii) que no se le permitió a la defensa mostrar una representación visual que respalde su reclamo de inocencia.

“En nuestro sistema el Fiscal de la Policía tiene que probar que los cargos van más allá de la duda razonable”, explicó a la agencia Efe el abogado Carlos Bielli, quien precisó que cuando no se alcanza la unanimidad se invalida el proceso.

Como sabemos la acusación en contra de Pell se basó en el testimonio de 14 testigos, incluido el de la única de las dos víctimas que sigue viva y que decidió denunciar los hechos cuando la otra murió en 2014 de una sobredosis de heroína.

Y pese a que los hechos ocurrieron hace mucho tiempo el testimonio de la víctima fue aceptado como válido.

El asunto no ha sido cerrado

Más allá de acudir a un tribunal el recurso de apelación por cualquiera de las partes aún tendría recorrido hasta el Tribunal Superior de Australia, la máxima instancia del país y que tendría la palabra final.

En lo personal soy partidario de la presunción de inocencia… hay cosas que no me gustaron en el juicio.

Emití el siguiente tuit apenas conocí el veredicto:

 

¿Y que ha dicho la Santa Sede?

Nada. Ha guardado prudente silencio. Recordemos que Francisco y el pleno de la Curia están recluidos haciendo ejercicios espirituales en la Casa Divino Maestro de Ariccia, en la zona conocida como los Castillos de Roma, justo en las colinas Albanas. Estarán ahí hasta el viernes 15 de marzo y, como es habitual en estos días de reflexión, se suspenden todas las audiencias pontificias, incluida la General del miércoles día en que se cumplen seis años de la elección como Papa de Jorge Mario Bergoglio.

Sabemos que el Papa ordenó una investigación canónica sobre el caso de George Pell; ahora la pelota está en la cancha de la Congregación para la Doctrina de la Fe.  Hay que esperar.

Lo que sucedió en Australia fue un duro golpe para Jorge Mario Bergoglio ya que ocurrió justo el día que cumple seis años de que fuera nombrado el papa número 266, el primer americano, el primer jesuita en la historia del papado.

El vaticanista y corresponsal de la agencia Notimex Andrés Beltramo escribió en un tuit.

 

¿Y qué tal si en apelación se le declara inocente?

¿Quién pagará el daño causado? Nadie… Si no se revierte la decisión, el cardenal Pell deberá cumplir mínimo tres años y ocho meses en una prisión de máxima seguridad antes de poder pedir la libertad condicional.

El ex integrarte de la Curia vaticana -encargado de las finanzas de la Santa Sede-, es el más alto funcionario de la Iglesia católica en ser condenado por este tipo de delitos. 

Del purpurado se han dicho muchas cosas negativas pero está la otra parte de la moneda, George Pell dio buenos resultados en el control de los recursos financieros de la Santa Sede; recordemos que la Secretaría de Economía de la Santa Sede nace para gestionar todo el patrimonio vaticano, repartido entre el órgano que administra el patrimonio: Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) y el Instituto de Oras de la Religión (IOR), llamado Banco Vaticano.

De hecho, a Pell se debe la aplicación de estrictas medidas de control en lavado de dinero. Entre otras cosas estableció el comité de vigilancia financiera de la Santa Sede para controlar transacciones sospechosas y se aseguró de que las cuentas bancarias del Vaticano fueran auditadas independientemente.

El IOR maneja millones de euros anualmente y había muchas irregularidades antes de la llegada de Pelll.

Pero esa es otra historia.

¿Quién ha sido el abogado defensor del prelado?

Robert Richter es uno de los abogados más reconocidos de Australia. Se dice que cobra alrededor de 15 mil dólares australianos (10 mil 800 dólares) diarios y que suele trabajar con un equipo de tres abogados asociados que cobran cada uno más de 5 mil dólares australianos (7 mil 200 dólares) por día.

El equipo de abogados volverá a representar a Pell en el juicio de apelación, pero esta vez será encabezado por Bret Walker, quien contará con la asistencia de Robert Richter.

Nadie en la Iglesia católica financia su defensa, se comenta que el apoyo proviene de fuentes privadas anónimas.

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