Los remates inmobiliarios son una buena opción para adquirir una casa, pues permiten comprar propiedades a un precio mucho menor al comercial, debido a que se encuentran en algún tipo de juicio.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), explicó que si se encuentra una propiedad con esta modalidad, puede estar en proceso judicial.
Por esta razón, un juez ordena rematar la casa ante una demanda en contra de un deudor que no ha cumplido con sus obligaciones (pagos) y por ello, el inmueble se pone a la venta al mejor postor.
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Si un deudor no ha cumplido con los pagos solicitados por una hipoteca y no tiene capital para hacerlo, la institución financiera o banco embarga el inmueble. Si se presenta discordancia en el valor del mismo, es un perito quien realiza un avalúo.
En su revista mensual Proteja su Dinero, señala que el avalúo se convoca a una audiencia donde se inscriben postores, y quien ofrece más dinero por la propiedad es quien se queda con ella.
La principal ventaja de adquirir una propiedad de este tipo es la de comprar más económico, en colonias cuya plusvalía ha aumentado con el paso del tiempo. Se puede obtener hasta con 50 por ciento de descuento.
Hay ocasiones en las que no se lograr rematar en una primera audiencia y pasa a una segunda, donde pierde otro porcentaje adicional, lo que resulta atractivo para los interesados.”
Desventajas
Algunas de las desventajas de esta modalidad son que al comprador le corresponde pagar todo el litigio, correr con los gastos de abogados y notarios que participan en el acto.
Además, tendrá que poner al corriente los servicios e impuestos del inmueble que está adquiriendo: boletas de predial, agua, pagos de escrituras, etcétera. La compra no puede realizarse mediante crédito hipotecario, por lo que deberá pagar al contado.
La Condusef recomendó importante que un notario de confianza haga un cálculo de cuánto se tendrá que pagar en términos de derechos, impuestos y honorarios para afrontar los gastos.
Además de contar con ayuda y asesoría de un abogado especializado en materia de litigios hipotecarios y mercantiles, para revisar el expediente del juicio y los antecedentes de la propiedad, antes de comparecer al remate, de esta forma podrá asegurarse que todo esté en orden.