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CJNG: Los 5 casos de violencia que conmocionaron México

Esta organización no sólo es la que más tiene presencia en el país, sino la más poderosa y peligrosa, según autoridades mexicanas y estadunidenses

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En menos de cinco, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) pasó de ser el brazo armado del Cártel de Sinaloa a convertirse en la organización criminal más importante de México y la segunda en Estados Unidos.

Liderado por uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, el CJNG se ha abierto paso a través de su violencia desmedida que, en más de una ocasión ha indignado y conmocionado al país.

En La Silla Rota enlistamos cinco de estos momentos que colocaron a la organización jalisciense en el ojo de la opinión pública.

35 cuerpos arrojados en Boca del Río

El 20 de septiembre del 2011, la emblemática Glorieta de los Voladores de Papantla, en Boca del Río, Veracruz, fue escenario de un sangriento hallazgo.

Los cuerpos de 35 personas fueron abandonados en uno de las zonas turísticas más importantes del puerto veracruzano.

Los responsables del hallazgo era un grupo autollamado “Los Matazetas”, el brazo armado del Cártel de Sinaloa y que a la postre se convertiría en el CJNG.

En ese momento y hasta la fecha, el Cártel de Sinaloa disputaba una guerra contra el Cártel del Golfo, quien a su vez formó a “Los Zetas” como su brazo armado, sin embargo, estos se separaron hasta ser una organización independiente.

Los cuerpos de las 35 personas asesinadas, presuntos integrantes de “Los Zetas”, presentaban torturas realizadas con palos y tubos, así como la asfixia como causa de muerte.

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Las víctimas presentaban quemaduras de metal en el torso y las piernas, así como rastros de tierra ya que fueron arrastrados.

Las indagatorias detallan que maniatados y encerrados dentro de un vagón de tren, los 35 sujetos murieron de asfixia luego de torturarlos. Ya muertos arrastraron sus cuerpos para subirlos a camionetas de redila y finalmente abandonarlos en la Glorieta de los Voladores de Papantla.

El acto delictivo fue considerado como la “carta de presentación” del grupo criminal que hasta ese momento no era del todo conocido.

Primero de Mayo: el día que el CJNG derribó un helicóptero

“Operativo Jalisco”, así se llamó al plan conjunto para disminuir la violencia en la entidad y capturar al delincuente más buscado del país: Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mecho”.

Dicho operativo estaba formado por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina, la Procuraduría General de la República (PGR), el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y la Policía Federal.

Sin embargo, el plan fue recibido con uno de los golpeas más sensibles al Estado mexicano: un lanzacohetes de origen ruso derribó a uno de los helicópteros del operativo dejando nueve muertos, ocho militares y un policía federal.

Tras el ataque, el CJNG encabezó cuatro enfrentamientos y realizó 39 bloqueos en 25 municipios jaliscienses, según información del gobierno de Jalisco.

También hubo acciones similares en Guanajuato, Colima y Michoacán, donde el cártel tiene presencia, de acuerdo con el gobierno federal.

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El brutal ataque fue en represalia al operativo contra la organización criminal, específicamente contra “El Mencho”.

Los hechos que reflejaron la estrategia, el poderío y la rápida reacción del CJNG fue un duro golpe al Gobierno Federal, el cual no se quedó con las manos cruzadas, pues 22 días después realizó un operativo en el Rancho el Sol, en Tanhuato, Michoacán, donde había sido ubicado “El Mencho”.

Dicha acción realizada por la Policía Federal dejó un saldo de 42 presuntos miembros del CJNG abatidos y un uniformado muerto.

El enfrentamiento fue objeto de señalamientos de violaciones a los Derechos Humanos y presuntas ejecuciones extrajudiciales por parte de los policías federales.

Dinamitar a rivales

Al igual que “Los Zetas”, su naturaleza de origen, ser un brazo armado, se ve reflejada en las sádicas prácticas con las que acaban con sus enemigos.

No habían pasado ni un mes de los hechos violentos en Jalisco y Michoacán, en mayo del 2015, cuando el diario Reforma dio a conocer imágenes de como presuntos miembros del CJNG explotaban con dinamita a sus rivales.

La grabación y las capturas difundidas por el periódico capitalino muestran a tres víctimas, entre ellos a un menor de aproximadamente 10 años de edad.

El niño es el primero en aparecer a cuadro vestido de azul, llorando y con un tubo de dinamita amarrado al cuello.

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Otra de las víctimas se suma al video, hincado y con la dinamita amarrada al pecho. A un lado de él está la tercera víctima amarrada de las manos quien es abordado por los presuntos integrantes del CJNG a patadas.

La grabación se corta y se aprecia a lo lejos un cuerpo que explota después de unos segundos.

Los hechos habrían sido orquestados por Heriberto Acevedo Cárdenas, “El Gringo”, de quien obtuvieron la grabación a través de uno de sus celulares que tenía cuando fue abatido el 23 de marzo del 2015 en Zacoalco de Torres, Jalisco

Comer carne humana, el reclutamiento del CJNG

Una constante en los grupos criminales es reclutar a menores de edad, regla de la cual no se exenta el CJNG.

Sin embargo, testigos dentro del propio cártel relatan que la iniciación en el reclutamiento de los jóvenes era comer carne humana.

Así lo dio a conocer la Fiscalía General del Estado (FGE) de Tabasco, luego de que confesaran dos menores, parte de una banda de dicho cártel que asesinó a cinco personas.

Los jóvenes declararon que fueron obligados a comer parte del cuerpo de las personas que ejecutaban.

Según lo dicho a los elementos de la FGE, el 29 de mayo, en una casa de seguridad de Tierra Amarilla, el canibalismo fue parte de su entrenamiento con la finalidad de que llegaran a ser criminales de alta peligrosidad.

Los adolescentes de 16 y 17 años relataron, sin manifestar arrepentimiento alguno, la forma en que desmembraron el cuerpo de una de sus víctimas. Luego comían sus extremidades.

El cuerpo del que se refieren los adolescentes pertenece al de un sujeto levantado en mayo del año pasado, a quien torturaron, ejecutaron y metieron en un refrigerador, luego de cortarle brazos y piernas.

Al respecto, el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, lamentó que el reclutamiento de las bandas criminales se enfoque cada vez más a los niños.

Por su parte, el fiscal Fernando Valenzuela Pernas colocó a los jóvenes en un doble rol de ser víctimas y victimarios, además confirmó la versión de la atroz iniciación del reclutamiento.

Los estudiantes de cine de Tonalá

El 19 de marzo, los estudiantes de cine Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco García Ávalos desaparecieron luego de reunirse para grabar un cortometraje en Tonalá, Jalisco.

La desaparición y el llamado a su búsqueda se hicieron viral en redes sociales, provocando manifestaciones en las calles jaliscienses.

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Más de un mes después de la desaparición, la Fiscalía de Jalisco informó que los tres jóvenes fueron asesinados por el CJNG luego de haberlos confundido con miembros de un grupo rival llamado Cártel Nueva Plaza.

Esto debido a que llegaron a una casa para hacer una tarea escolar, ya que una de las tías de los jóvenes, quien presuntamente administraba estéticas donde se ejercía la prostitución, dijo que ésta era de su propiedad.

Sin embargo, la propiedad pertenece a Diego Gabriel Mejía, miembro del grupo criminal Nueva Plaza, detenido en 2015 y actualmente preso en la cárcel metropolitana de Guadalajara.

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Las autoridades jaliscienses detuvieron a dos de los ocho presuntos responsables de la desaparición de los estudiantes.

Uno de ellos, Omar, quien fue identificado como un “famoso rapero” llamado QBA, habría confesado que él disolvió en ácido los restos de los jóvenes cineastas.